El sábado, 30 de diciembre de 2017, tuvo lugar en el campo de fútbol San Lorenzo de Laredo el descubrimientode la placa conmemorativa en recuerdo de los jóvenes laredanos fallecidos en febrero de 2017 en trágico accidente.

El Ayuntamiento de Laredo ha querido dedicar las gradas del campo de fútbol San Lorenzo en recuerdo de Dámaso Sebastián y Rubén Fernández. Para ello, a las 17.30 h. tuvo lugar el descubrimientode la citada placa conmemorativa. Se trata de una placa de bronce que lleva grabado el escudo de Laredo y la leyenda siguiente:

“ En recuerdo de
“Dámaso, Eterno Capitán”
“Rubén Vive en Nosotros”

El Excmo. Ayuntamiento de Laredo dedica las gradas del campo de fútbol San Lorenzo de Laredo en memoria de Dámaso Sebastián Aparicio (1999-2017) y Rubén Fernández Álvarez (1998-2017).

Laredo, 30 de diciembre de 2017”

Estuvieron presentes en el citado acto el Alcalde, equipo de gobierno y, concejales de laCorporación Municipal del Ayuntamiento de Laredo, padres, hermanos y familiares de los dos jóvenes, autoridades civiles y militares y,representantes de las entidades y organismos que participaron en su rescateel trágico día del accidente mortal, patrocinadores del “I Memorial Dámaso y Rubén”, Presidentes y Junta Directiva de los dos equipos en los que militaron ambos jóvenes: C.D. Juvenil Laredo y C.D. Juvenil Colindres.

A las 17.30 h. dio comienzo el acto con la intervención del Alcalde de Laredo, Juan Ramón López Visitación:

“ Queridos vecinos y vecinas, queridos amigos, estimados ciudadanos de Laredo, quiero dirigirme a todos vosotros, a pesar de que hoy tengo el corazón atragantado, para expresaros mi gratitud personal y en mi nombre, el de toda la Corporación por asistir hoy a este acto de homenaje a Dámaso, a Rubén y a sus seres queridos.

Pocas veces la tragedia ha golpeado con mayor dureza a nuestra comunidad como lo hizo aquella fatídica noche, en la que el infortunio y la desgracia se alinearon para arrancar de nuestro lado la vida de dos jóvenes sanos, buenos, entusiastas y llenos de vida. Recuerdo cada minuto de aquella noche y de los días posteriores con cristalina claridad minuto a minuto y hora a hora.

Esos fueron, sin duda, los días más amargos de todos los que llevo ejerciendo como Alcalde de Laredo, unos días que golpean mi memoria regularmente.

Pero, tengo que deciros, queridísimos vecinos y amigos, que de esta experiencia he aprendido mucho, he aprendido mucho de las familias de Dámaso y Rubén, de su entereza, su fortaleza y, desde luego, he tenido muchas ocasiones en las que ese aprendizaje se transformó casi sin darme cuenta en una profunda admiración por ellos y por Dámaso y Rubén.

Rubén, Dámaso y sus familiares cercanos, sus padres se han convertido ya en la encarnación más reciente de lo que significa el espíritu laredano, ese espíritu que nos acompaña desde siempre y que nos ha hecho lo que somos, ese espíritu laredano es el que nos ha llevado durante generaciones a superar las dificultades, a convertirnos en un pueblo único que ha sabido anteponerse a las adversidades, que ha prosperado en un enclave hermoso pero tremendamente duro, un mar implacable al que hemos sabido arrancar el sustento para sobrevivir, embarcándonos desde hace siglos para traer sus frutos y llenar nuestras despensas, una tierra a la que le ha costado dar siempre frutos pero a la que hemos trabajado y mimado para conseguir que nos de lo que necesitamos.

Somos los laredanos una gente de espíritu combativo e indomable,una gente que no solo no se rinde, sino que desde hace cientos de años hemos demostrado que siempre hemos capeado las dificultades y las penurias y, que en esa lucha colectiva hemos sabido siempre sacar algo positivo, digno y admirable.

Ese espíritu ancestral está encarnado en toda su amplitud por nuestros Dámaso y Rubén, que desde algún sitio estarán sonriendo hoy y, si me lo permitís, está aún en mayor medida encarnado en sus padres.

Ante la mayor desgracia que le puede ocurrir a un ser humano, que es sin lugar a dudas, la muerte de un hijo, los padres de Rubén y Dámaso han luchado para superar una pena inmensa, han peleado para salir del pozo de la desesperación y han sabido canalizar todo ese dolor en algo digno, en algo admirable, en algo positivo y en algo de lo que sus hijos estarían orgullosos.

Los padres de Dámaso y Rubén han promovido la creación de un torneo de fútbol, el deporte que amabany que tan bien se les daba a sus hijos, y una serie de partidos y de acciones solidarias cuya recaudación irá destinada a la creación de un área infantil en el hospital de Laredo. No se me ocurre nada ahora mismo que vertebre y dignifique más el espíritu de sus hijos.

Es una manera hermosa de cerrar el círculo, honrar la memoria de unos jóvenes para ayudar a otros niños que lo están pasando mal creando un lugar donde puedan olvidarse por un momento de sus dolores y sufrimiento.

Es mi deseo expresar en público la admiración y la gratitud de todo el pueblo de Laredo, especialmente de los niñosdel pueblo para con vosotros y con Dámaso y Rubén.

Por último, dedicar el descubrimiento de esta placa de homenaje y recuerdo, a la memoria de vuestros hijos, un homenaje sencillo como lo sois vosotros mismos, un homenaje humilde y sentido pero un homenaje que, al igual que vuestro gesto de hoy, perdurará en la memoria de los laredanos por mucho, mucho tiempo.

Muchas gracias”.

Acto seguido, Juan Luis Cerro Aja, párroco de Laredo, se dirigió a todos los presentes:

“No queremos que ignoréis la suerte de los difuntos para que no os aflijáis como los hombres si esperanza….” Este texto de la Biblianos sitúa en el presente, en este primer memorial de Dámaso y Rubén: Por un lado su recuerdo, la presencia de dos jóvenes con los que mucho habéis compartido vuestra existencia y la suerte de la vida…. Y por otro hacer de esta historia el momento presente que supera la ausencia y se transmite y procura que vivan en el recuerdo de esta placa, en la solidaridad de la ayuda al hospital, en el corazón roto de sus amigos y familiares, de todo el pueblo de Laredo, que aunque cicatrice nunca se olvida,…. Vivos en la eternidad que todo lo puede.

En este partido memorial que podamos entre todos vivir los valores que, como las antiguas olimpiadas, premiaban el placer de la sana competencia por hacer del ser humano un ser de valores.

Que Dios os bendiga y ayude a vivir el momento presente, sin olvidar el pasado, para disfrutar de un futuro lleno de posibilidades.

Muchas gracias”.

A continuación el Alcalde de Laredo, Juan Ramón López Visitación, acompañado por las madres de ambos jóvenes se dirigieron al lugar donde se encontraba la placa para proceder a su descubrimiento.

Tras este sencillo acto en memoria de Dámaso y Rubén, dio comienzo el partido de fútbol benéfico “I Memorial Dámaso y Rubén”, entre los equipos juveniles C.D. Laredo y Club Deportivo Colindres.

Dámaso Sebastián militó como Capitán en las filas del C.D. Laredo juvenil y, Rubén Fernández formaba parte de la plantilla del C.D. Colindres juvenil. El balón con el que se jugó el partido, que arrojó un resultado de 3-1 a favor del C.D. Colindres, había sido donado por la embarcación “Nuevo Panelo Villa”.

El “I Memorial Dámaso y Rubén” que nace con la idea de celebrarse anualmente en el mes de diciembre, tiene un marcado sentido solidario: los fondos que se recauden en cada edición serán destinados a la mejora del área de Hospitalización Pediátrica del Hospital Comarcal de Laredo. Iniciativa que cuenta con el respaldo y participación del Ayuntamiento de Laredo y la Obra Social de La Caixa.

El sábado, el campo de fútbol San Lorenzo se llenó de personas que quisieron con su presencia arropar a los familiares de Dámaso y Rubén y, contribuir con su aportación a los fines del “I Memorial Dámaso y Rubén”. La recaudación del encuentro futbolístico benéfico ascendió a cuatro mil seiscientos veintiún euros que irán destinados a la mejora del área de Hospitalización Pediátrica del Hospital Comarcal de Laredo.

Antes de comenzar el partido de fútbol se guardó un minuto de silencio en recuerdo de Dámaso y Rubén. Y en el minuto 12 del primer tiempo otro minuto de silencio recordó que Rubén portaba en su camiseta el dorsal número 12 del C.D. juvenil Colindres, lo que se repitió en el minuto veintiuno guardándose un minuto de silencio también y,para recordar, en este caso, que Dámaso llevaba en su camiseta el dorsal número 21 del C.D. juvenil Laredo.

Quince lotes de productos donados por empresas colaboradoras de Laredo y Cantabria fueron rifados entre los asistentes al partido de fútbol benéfico “I Memorial Dámaso y Rubén”.

El “I Memorial Dámaso y Rubén” está patrocinado por el Ayuntamiento de Laredo, Obra Social La Caixa, Cofradía de Pescadores San Martín de Laredo y, Club Deportivo Laredo. Además de contar con la colaboración de una extensa relación de empresas de Laredo y Cantabria.