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UNA INVESTIGACIÓN SOBRE LA EVOLUCIÓN HISTÓRICA DEL ESCUDO DE LAREDO INVITA A REVISAR SU CONFIGURACIÓN
30 de Mayo de 2013
La investigación sobre la evolución histórica del escudo de Laredo abre las puertas a un interesante debate sobre si el actual emblema pejino es el idóneo para encarnar la representación institucional de la villa laredana. Así quedó de manifiesto tras la brillante conferencia impartida en la casa de Cultura por el director del Archivo Municipal de Laredo y Doctor en Historia, Baldomero Brígido Gabiola, quien quiso quedar al margen de dicha disyuntiva. “Mi labor como investigador es exponer los hallazgos para que, a partir de ellos y con criterios y argumentos refrendados en hechos históricos, se adopten las decisiones que se estimen más oportunas”.
El historiador explicó que su trabajo responde a una encomienda que en su día le realizaron el alcalde, Ángel Vega, y el concejal de Organización, Ramón Arenas, en el marco de la revisión y aprobación del nuevo reglamento de Honores y Distinciones de Laredo, que fue aprobado el 31 de mayo de 2012.En este contexto, recopiló abundante documentación, inédita en algunos casos, sobre la evolución del Escudo de Armas de Laredo desde el siglo XIII hasta nuestros días. Si algo queda acreditado a la luz de sus indagaciones es el lugar preeminente que siempre ha tenido la identidad marítima de la villa en todos sus referentes simbólicos.
Su análisis tuvo como punto de partida el Sello del Concejo y Villa de Laredo, del siglo XIII. Su reverso muestra un rorcual común o ballena, que ensalza la trayectoria pesquera de la villa, cuyas gentes de la mar destacan junto a otras del litoral Cantábrico en la caza de la ballena. Su anverso muestra un castillo de tres torres como alegoría del reino de Castilla.
Ambos elementos aparecenrepresentados en el primitivo escudo de armas de Laredo que se empleó a partir del s XIV. La descripción heráldica de esta enseña cuartelada dice así: “1) En gules, castillo redondo, de oro, mazonado de sable y aclarado de azur; 2) en azur, nao de babor, de un solo palo y cuatro obenques, la vela en viento en popa, todo de su color, flotante en un mar de azur; 3)en azur, de ballena, su color, la cola alzada, retorcida a la siniestra, arrojando dos chorros de agua, y nadante en un mar de azur; 4) en azur, árbol, al natural, terrazado, de sinople”. Este primitivo blasón de la villaaparece pintado en el ángulo inferior izquierdo de un cuadro al óleo que representa a la Virgen de Belén y que data del siglo XVI. Laconcordancia de los contenidos iconográficos con los medievales es absoluta, ya que, además de mantener la torre y la ballena, incorpora el barco, como expresión de la condición marítima de la villa; así como un árbol, que simboliza al concejo, sus fueros y sus libertades. El ejemplar en cuestión es un fresno, en torno al que se celebraba el concejo general de la villa, y que se ubicaba a la entrada del cementeriode la iglesia de Santa María. La incorporación del navío y el fresno ilustran asimismo el tránsito de la Edad Media a la Edad Moderna de los órganos de representación concejiles.
Anacronismos y copias
Simultáneamente con este viejo escudo, Laredo comenzó a usar, a partir del siglo XVI, el denominado motivo “sevillano”, es decir, la representación de la Reconquista de Sevilla por parte de marineros laredanos y de otras villas marineras cántabras al mando del almirante Ramón de Bonifaz en 1248, durante el reinado de Fernando III de Castilla. En él figuran la Torre del Oro y tres naves, con las que la flota rompió las cadenas del puente de barcas que unían Sevilla con Triana. Un escudo que asoma en el viejo Ayuntamiento de Laredo, concluido en 1562, y que posteriormente fue también incorporado a los escudos de Santander,Santoña, Comillas y al propio emblema del Gobierno de Cantabria. Todo ello lleva a cuestionar la idoneidad de esta simbología, al incumplir uno de los preceptos básicos que ha de reunir todo escudo, como es que singularice la identidad de la villa. El final de la conferencia evidenció la confusión y el desconocimiento reinante durante siglos, al exhibir una recopilación de distintos escudos municipales que no reúnen ninguno de los principios heráldicos ni se ajustan a las más elementales reglas y leyes de esta disciplina. Todo lo que deja abierta las puertas a un interesante debate sobre cómo ha de ser la iconografía que represente a la villa de Laredo y en qué medida puede dar cabida a los viejos motivos medievales ahora desaparecidos en el actual emblema.