22 de Noviembre de 2024
08:51 hs
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Muchas de sus acartonadas hojas contienen pequeños tesoros en forma de datos deliciosos a los ojos de un enamorado de la historia de Laredo. Sólo hacía falta que un experto se pusiera manos a la obra para descifrarlas. El resultado son casi 400 páginas en las que se dan cita topónimos ya olvidados junto al relato de episodios de corte costumbrista que, analizados 500 años después de que fueran consignados, adquieren en algunos casos una notable trascendencia. Hallazgos contenidos en el Libro de Actas del Ayuntamiento de Laredo del periodo 1514-1519, el más antiguo que se conserva en su género sobre la villa.
Su reciente transcripción, culminada el pasado mes de mayo por el Doctor y Académico de la Real Academia de la Historia, don Javier Ortiz Real, ha puesto a disposición de los investigadores y curiosos una ingente documentación de la que el propio especialista ha entresacado algunos pasajes para realzar su dimensión. En paralelo, avanza el estudio histórico encargado por el alcalde de Laredo al Doctor Baldomero Brígido Gabiola, Director del Archivo Municipal de Laredo, para que los ciudadanos puedan conocer datos novedosos e inéditos sobre el Laredo del siglo de Oro.
Entre someras descripciones de sucesos y decisiones que marcaban el día a día de la villa pejina en aquellos años, se deslizan apuntes que cobran un nuevo valor analizados desde la perspectiva actual. Es el caso del breve pasaje que desvela la existencia del denominado barrio de Las Puentes, localizado en la actual zona del Arrabal y al que se accedía tras cruzar el río Bario. Transcurre mayo de 1516 y se faculta al licenciado de la Obra, a punto de acudir a la Corte “para que ganase liçençia para poder abrir una puerta para se abrir la calle del barrio de las Puentes a la Rua de Usera según solía estar antiguamente (…)”.
También se hace mención, tras la reparación y la conducción de agua a la villa, a la única fuente que existía en el siglo XVI, la Fuente de “Las Ventas”, también conocida como la Fuente de la casa del Concejo, con sus arcas y sus caños de plomo, cuya reparación costó diez ducados de oro.Hay quien ve en dicha descripción el antecedente de la popularmente conocida como “fuente de la Cordera”. Curiosamente, el río Bario es denominado en este pasaje como “río de Barro”.
Actividad comercial, peste y Arca de las Tres Llaves
El citado Libro de Actas da cuenta de la notable actividad pesquera y comercial que se registraba en la villa, con gran cantidad de naos y carabelas ubicadas en el Puerto y cargadas con diversas mercaderías, “vino, sidra, naranjas, quintales de pescado çeçial y una pipa de sardinas” etc….Otras páginas evidencian la dimensión de los problemas que acecharon a la población de aquellos tiempos. Así, en septiembre de 1517, el Corregidor y los Regidores, debido a la peste que asola la Villa, se reúnen en la Iglesia de la Magdalena (Colindres) y posteriormente en Barrieta, para despachar los asuntos de la Villa de Laredo y su regimiento.
Los estragos de dicha epidemia quedan de manifiesto en las medidas de higiene que acordaron, no exentas de mano dura –cien azotes y echarles “a lanzadas”- para quienes amenazaban con desembarcar en el puerto sin cumplir la obligada cuarentena.
Las páginas también informan del pleito que sostienen los clérigos de Santa María con los frailes de Barrieta para evitar que éstos acudan a la Villa a ejercer sus funciones religiosas. La pugna, en la que los franciscanos lograron en 1516 autorización del Papa León X para instalarsedentro del municipio, conocería un notable giro gracias a la referida peste de 1517. El pueblo respaldó la llegada de los frailes de Barrieta a la Rúa de San Francisco, ya que fueron los únicos que se quedaron en la Villa a cuidar a los enfermos. No obstante, aquella pugna mantendrá su vigor durante varias décadas, hasta 1568, año en que se culminó el traslado de los franciscanos al barrio de los Cordoneros, iniciándose la construcción del Convento de San Francisco con la ayuda de la Cofradía de San Martín de Pescadores y Fieles.
Otro de los hallazgos contenidos en las actas son las primeras referencias escritas, datadas en 1514, al Arca de las Tres Llaves o del Corregimiento de las Cuatro Villas de la Costa de la Mar y la merindad de Trasmiera y los valles de Vecio, llamada también Arca del Concejo o Arca de los Privilegios. Dicha arca es considerada en el siglo XVI como un tesoro del Concejo,como patrimonio tanto del Corregimiento como de la Corona, y ésta legisla para su conservación. Actualmente se conserva, custodiada por el Alcalde, en el Excelentísimo Ayuntamiento de Laredo. Es un arca de hierro y consta de tres llaves. En su interior, en la base,se observan dos agujeros que sirvieron en su día para que el arca fuera taladrada al suelo para una mayor seguridad de los privilegios y otros documentos que custodiara el arca. La consulta de un documento del archivo se transformaba en una solemne ceremonia que exigía la presencia de los tres responsables del archivo. La Justicia y los regidores habían de vigilar la apertura del arca y el escribano, a su vez, era el encargado de extender los recibos que deben firmar aquellos a los que se confíe los documentos municipales.
Entre someras descripciones de sucesos y decisiones que marcaban el día a día de la villa pejina en aquellos años, se deslizan apuntes que cobran un nuevo valor analizados desde la perspectiva actual. Es el caso del breve pasaje que desvela la existencia del denominado barrio de Las Puentes, localizado en la actual zona del Arrabal y al que se accedía tras cruzar el río Bario. Transcurre mayo de 1516 y se faculta al licenciado de la Obra, a punto de acudir a la Corte “para que ganase liçençia para poder abrir una puerta para se abrir la calle del barrio de las Puentes a la Rua de Usera según solía estar antiguamente (…)”.
También se hace mención, tras la reparación y la conducción de agua a la villa, a la única fuente que existía en el siglo XVI, la Fuente de “Las Ventas”, también conocida como la Fuente de la casa del Concejo, con sus arcas y sus caños de plomo, cuya reparación costó diez ducados de oro.Hay quien ve en dicha descripción el antecedente de la popularmente conocida como “fuente de la Cordera”. Curiosamente, el río Bario es denominado en este pasaje como “río de Barro”.
Actividad comercial, peste y Arca de las Tres Llaves
El citado Libro de Actas da cuenta de la notable actividad pesquera y comercial que se registraba en la villa, con gran cantidad de naos y carabelas ubicadas en el Puerto y cargadas con diversas mercaderías, “vino, sidra, naranjas, quintales de pescado çeçial y una pipa de sardinas” etc….Otras páginas evidencian la dimensión de los problemas que acecharon a la población de aquellos tiempos. Así, en septiembre de 1517, el Corregidor y los Regidores, debido a la peste que asola la Villa, se reúnen en la Iglesia de la Magdalena (Colindres) y posteriormente en Barrieta, para despachar los asuntos de la Villa de Laredo y su regimiento.
Los estragos de dicha epidemia quedan de manifiesto en las medidas de higiene que acordaron, no exentas de mano dura –cien azotes y echarles “a lanzadas”- para quienes amenazaban con desembarcar en el puerto sin cumplir la obligada cuarentena.
Las páginas también informan del pleito que sostienen los clérigos de Santa María con los frailes de Barrieta para evitar que éstos acudan a la Villa a ejercer sus funciones religiosas. La pugna, en la que los franciscanos lograron en 1516 autorización del Papa León X para instalarsedentro del municipio, conocería un notable giro gracias a la referida peste de 1517. El pueblo respaldó la llegada de los frailes de Barrieta a la Rúa de San Francisco, ya que fueron los únicos que se quedaron en la Villa a cuidar a los enfermos. No obstante, aquella pugna mantendrá su vigor durante varias décadas, hasta 1568, año en que se culminó el traslado de los franciscanos al barrio de los Cordoneros, iniciándose la construcción del Convento de San Francisco con la ayuda de la Cofradía de San Martín de Pescadores y Fieles.
Otro de los hallazgos contenidos en las actas son las primeras referencias escritas, datadas en 1514, al Arca de las Tres Llaves o del Corregimiento de las Cuatro Villas de la Costa de la Mar y la merindad de Trasmiera y los valles de Vecio, llamada también Arca del Concejo o Arca de los Privilegios. Dicha arca es considerada en el siglo XVI como un tesoro del Concejo,como patrimonio tanto del Corregimiento como de la Corona, y ésta legisla para su conservación. Actualmente se conserva, custodiada por el Alcalde, en el Excelentísimo Ayuntamiento de Laredo. Es un arca de hierro y consta de tres llaves. En su interior, en la base,se observan dos agujeros que sirvieron en su día para que el arca fuera taladrada al suelo para una mayor seguridad de los privilegios y otros documentos que custodiara el arca. La consulta de un documento del archivo se transformaba en una solemne ceremonia que exigía la presencia de los tres responsables del archivo. La Justicia y los regidores habían de vigilar la apertura del arca y el escribano, a su vez, era el encargado de extender los recibos que deben firmar aquellos a los que se confíe los documentos municipales.