26 de Diciembre de 2024
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EL TEMPORAL CAUSA GRAVES DESPERFECTOS EN EL LITORAL DE LAREDO ENTRE EL PUERTO Y EL PUNTAL
02 de Febrero de 2014
El temporal marítimo ha dejado a su paso por Laredo un reguero de inundaciones y destrozos a lo largo de toda la franja litoral comprendida entre el Puerto y el Puntal. La “tormenta perfecta” desencadenada de madrugada, con una mar de fondo con mucha fuerza y un coeficiente de marea de 105 ha provocado daños en bienes públicos y privados que aún es pronto para poder evaluar en toda su dimensión. Cabe destacar la entrega y profesionalidad de Policía Local, Brigada Municipal de Obras, Protección Civil, Guardia Civil, Bomberos del 112, Limpiezas FCC, Radio Laredo y demás personal volcado en minimizar las consecuencias de un fenómeno que tardará en olvidarse en Laredo.
Durante toda la jornada el Ayuntamiento de Laredo ha mantenido activado un gabinete de crisis presidido por el alcalde de Laredo, Ángel Vega. El propio consejero de Obras Públicas y Vivienda, Francisco Rodríguez Argüeso, se ha desplazado junto al alcalde pejino, el concejal del Mundo de la Mar, Ramón Arenas, y otros ediles de la Corporación, así como con el diputado regional José Manuel Igual para comprobar in situ los daños ocasionados en distintos puntos de la villa.
En el puerto pesquero las olas han rebasado ampliamente el muro norte, dando lugar a un escenario dantesco desencadenado por una furia marina que, afortunadamente, no ha ocasionado desgracias personales. Las barandillas que dan acceso al rompeolas asomaban convertidas en un amasijo de hierros dobladas a su antojo por un embate que ha llegado a causar un ligero hundimiento en la parte del firme más próxima al muro.
Bodegas destrozadas, contenedores de varias toneladas desplazados varios metros e incluso barcos amarrados a punto de ser arrastrados fuera de la lámina de agua a tierra firme componen un escenario en el que sólo el pundonor y la perseverancia de los pescadores ha sido capaz de poner el contrapunto a tanto desastre.Así se lo han trasladado integrantes de la Cofradía de Pescadores de San Martín, con su Patrón Mayor Angel Luis Cuesta Cos, al frente.
En el puerto pesquero las olas han rebasado ampliamente el muro norte, dando lugar a un escenario dantesco desencadenado por una furia marina que, afortunadamente, no ha ocasionado desgracias personales. Las barandillas que dan acceso al rompeolas asomaban convertidas en un amasijo de hierros dobladas a su antojo por un embate que ha llegado a causar un ligero hundimiento en la parte del firme más próxima al muro.
Bodegas destrozadas, contenedores de varias toneladas desplazados varios metros e incluso barcos amarrados a punto de ser arrastrados fuera de la lámina de agua a tierra firme componen un escenario en el que sólo el pundonor y la perseverancia de los pescadores ha sido capaz de poner el contrapunto a tanto desastre.Así se lo han trasladado integrantes de la Cofradía de Pescadores de San Martín, con su Patrón Mayor Angel Luis Cuesta Cos, al frente.
Justo en el otro extremo de la playa Salvé, en la zona del Puntal, el paisaje era igualmente desolador. El cordón dunar ha sufrido la enésima acometida de las olas mientras la explanada amaneció bañada de trozos del firme arrancados de cuajo por la virulencia del temporal. Las instalaciones hosteleras allí emplazadas desde hace décadas han sufrido su embate más serio desde que empezara el asedio marino a un enclave de altísimo valor ecológico. Todo ello en el día en el que cientos de laredanos han respondido a la convocatoria del Ayuntamiento para reclamar medidas de protección efectivas para el Puntal.
Entre ambos parajes, la zona urbana de Laredo ha padecido una tempestad de agua y arena que ha dejado impracticables muchas calles, al tiempo que ha anegado bajos comerciales y garajes. La balaustrada del Paseo Marítimo ha sido arrancada de cuajo a lo largo de varios metros en Almirante Bonifaz, la zona más próxima a la base de la Cruz Roja. La espuma marina rebozada en arena se ha adentrado muchos metros tierra adentro tanto en la calle Eguilior como en López Seña. La barriada de viviendas conocida como “Casas Amarillas” también ha padecido con severidad el rigor del temporal. Los estragos se han reproducido a lo largo de toda la primera línea de costa, también a partir de la plaza de Carlos V, muy próxima a la desembocadura del río Mantilla que ha vuelto a desbordarse en dicho punto.La Avenida de Francia y calles adyacentes también se incluyen en un improvisado parte de daños que en las próximas jornadas quedará más completo. Incluso la zona del Túnel, bajo La Atalaya, también ha sufrido serios desperfectos. El afán de todos los efectivos movilizados en esta jornada se ha centrado en tratar de restablecer la normalidad con la máxima celeridad. La segunda pleamar de la jornada, a las 18:30 horas, ha azotado con menos intensidad la costa, lo que ha dado un respiro en unas labores que seguirán sin descanso durante las próximas jornadas.
Entre ambos parajes, la zona urbana de Laredo ha padecido una tempestad de agua y arena que ha dejado impracticables muchas calles, al tiempo que ha anegado bajos comerciales y garajes. La balaustrada del Paseo Marítimo ha sido arrancada de cuajo a lo largo de varios metros en Almirante Bonifaz, la zona más próxima a la base de la Cruz Roja. La espuma marina rebozada en arena se ha adentrado muchos metros tierra adentro tanto en la calle Eguilior como en López Seña. La barriada de viviendas conocida como “Casas Amarillas” también ha padecido con severidad el rigor del temporal. Los estragos se han reproducido a lo largo de toda la primera línea de costa, también a partir de la plaza de Carlos V, muy próxima a la desembocadura del río Mantilla que ha vuelto a desbordarse en dicho punto.La Avenida de Francia y calles adyacentes también se incluyen en un improvisado parte de daños que en las próximas jornadas quedará más completo. Incluso la zona del Túnel, bajo La Atalaya, también ha sufrido serios desperfectos. El afán de todos los efectivos movilizados en esta jornada se ha centrado en tratar de restablecer la normalidad con la máxima celeridad. La segunda pleamar de la jornada, a las 18:30 horas, ha azotado con menos intensidad la costa, lo que ha dado un respiro en unas labores que seguirán sin descanso durante las próximas jornadas.