Considerado como «la más bella obra de escultura policromada de arte flamenco que existe en la región y uno de los más asombrosos y completos conjuntos de este estilo existente en España», en palabras del Doctor García Guinea, su estado de conservación hacía necesaria una intervención que la Junta de Patrimonio Monumental y Arte Religioso de Laredo venía demandando con tesón desde hace unos años.

Paradójicamente, el golpe de suerte llegó con la última cesión de la pieza principal del conjunto, la talla de la Virgen, para una exposición en Brujas sobre la figura de Felipe el Hermoso, con motivo del 500 aniversario de su muerte. Corría el año 2006 y aquél viaje de la talla a tierras flamencas, a través de la Fundación Carlos de Amberes, se saldó con un deterioro que alarmó a quienes recibieron de vuelta la pieza en Laredo.

Enterados en la FundaciónCarlos de Amberes de estos hechos, rápidamente se pusieron manos a la obra para involucrar al Instituto de Patrimonio Histórico Nacional en la empresa de su recuperación. El objetivo se antojaba complicado, dada la elevada demanda de este tipo de intervenciones en joyas artísticas repartidas a lo largo de todo el país. Sin embargo, la perseverancia de la Junta de Patrimonio Monumental y Arte Religioso acabó dando sus frutos con la llegada de una Restauradora que, acompañada de una contable, procedieron a evaluar el alcance y los costes del proyecto. Tan prendadas quedaron ambas de la calidad de la obra presenciada, que el retablo de Belén pasó a los puestos de prioridad en la larga lista de espera de actuaciones a acometer.

“Magnífica noticia”
El alcalde, Ángel Vega, se muestra “encantando” con la que considera “magnífica noticia”. “Queel principal conjunto escultórico de la iglesiade Santa María sea restaurado por auténticos profesionales es una magnífica noticia para Laredo. Creo que, en lo que llevamos de legislatura, es la primera gran noticia que desde fuera viene para el Patrimonio Histórico y Cultural de Laredo”.

No menos satisfecho se encontrabael párroco de Laredo, Romualdo Fernández, quien destacó que gracias a esta inversión “se pondrá en valor nuestro patrimonio histórico artístico, permitiéndonos completar el tríptico en su antiguo esplendor”. Además, apeló alcarácter de revulsivo que puede tener a la hora de funcionar como atractivo. “Si lo hacemos bien, se puede convertir en un reclamo para visitar Laredo”, destacó, orgulloso de que “podamos poner esta obra en valor, para que sea admirada y contemplada por todos”.

La subvención alcanzará para hacer la restauración y, además, permitirá realizar un trabajo de investigación sobre los materiales y las técnicas del retablo, que permitirán datar tanto el origen de la madera empleada, como su antigüedad. Actualmente se sabe que el tríptico procedía de Bruselas, y está datado hacia 1440. Su llegada a la villa pejina es un exponente claro de la pujanza comercial que en aquella época mantenía como uno de los principales puertos de Castilla.

La iglesia de Santa María de la Asunción de Laredo alberga en su interior, en el ábside de la denominada nave de Belén, un retablo cuyas imágenes constituyen una de las mejores muestras de escultura policromada gótica que se conservan en Cantabria. Estas imágenes, de estilo flamenco, proceden de un retablo gótico del siglo XV, que en sus orígenes fue un tríptico ocupado en su zona central por la imagen de la Virgen de Belén. En la actualidad el grupo escultórico está enmarcado por una estructura barroca de finales del XVII.

El retablo, de madera policromada y dorada, se compone de un cuerpo rematado por ático y dividido en tres calles separadas por columnas salomónicas. Cada una de las calles está conformada por una hornacina con arcos dobles apuntados en los que se enmarca la Virgen de Belén, en el centro, flanqueada a su derecha por la Anunciación y a su izquierda por la Crucifixión. A su vez, estas figuras están rodeadas por otras de pequeño tamaño que se insertan en el marco arquitectónico de las hornacinas y que aluden a las vidas de Cristo y la Virgen, tomadas de los evangelios apócrifos y canónicos. En torno a la Anunciación hay ocho escenas relativas a la promesa bíblica de la llegada del Mesías y a la infancia de la Virgen, mientras que la imagen de la Virgen de Belén está enmarcada por el ciclo de Navidad y la vida pública de Cristo. Alrededor del Calvario se ubican ocho grupos relativos a la Pasión.